Recorriendo la Sierra de la Demanda

Una ruta que puso a prueba la unión y coordinación de la rama ranger.

Día 1 – Caminar y Conocer (4/08/2010)
Partimos desde HoyoCarzo pasadas las 12 del mediodía y nuestros primeros pasos fueron siguiendo el GR-290 hasta el corta-fuegos. Tras a penas 300 metros recorridos comenzaba la parte más dura del día, una ascensión hasta los 1.700 metros. A nuestra espalda, la Sierra de la Demanda dibujaba un paisaje que con cada paso se detallaba como quien pulsa el botón "menos" del Zoom en una cámara para verlo todo.
A mitad del camino y con un perro siguiendo nuestro rastro nos encontramos con un montañero errante que confirma que vamos por el camino correcto. Y tras una parada entorno a los 1.700 msnm nos lanzamos a recorrer un sendero casi borrado por el tiempo y desde luego olvidado por los mapas. Sendero campo a través que nos lleva hasta la misma Laguna de las Cascadas y el refugio que nos espera.
Llegamos a la hora perfecta para comer y pasamos la tarde reconociendo el lugar, haciendo algunos juegos, y poco a poco limpiando el terreno. El entorno ha cambiado mucho en los últimos 15 años, ahora las lagunas mantienen el nivel de agua natural, y no mediante diques artificiales como antes, lo que implica menos litros de agua y que las fuentes próximas al refugio están secas. El estado interior y exterior del refugio también se ha visto gravemente afectado con cientos de pintadas, muestras de vandalismo y algún que otro aprovechado que ha decidido que la madera que servía de asiento podía convertirse en fugaz combustible para calentar sus manos.
La noche nos invita a contar historias de miedo hasta que uno a uno todos duermen pensando en las tareas de mañana.











Día 2 – Servicio y Esfuerzo (5/08/2010)
Comenzamos a limpiar dentro y fuera del refugio como mejor podemos, utilizando ramas caídas, pero cuando llega la furgoneta del campamento con el material de pintura y limpieza es cuando comienza de verdad la faena. Coordinados por guías y subguías, mientras unos limpian otros preparan la pintura y por último otros juegan y hacen batidas para recoger latas y cristales del exterior.













El balance fueron más de 6 sacos grandes de basura, y aunque nos faltó material muchas pintadas quedaron cubiertas; falló mejor coordinación para cubrir zonas completas pero quizás sea una tarea para más adelante. Los lobatos llegaron al mismo lugar con sus canciones y juegos mientras nosotros despedíamos el lugar para llegar a rincones remotos.
Un poco más tarde de lo que hubiésemos deseado regresamos por la senda, y lo que no era senda, hasta el cortafuegos y caminos marcados por hitos que nos llevarán desde los 1.700 a los 2.004 metros de altitud, una vez allí, cresteando por el “Alto de la Campiña” iniciamos el descenso que nunca olvidaremos por la “Hoya de las Grullas” hasta el camino forestal a la altura de la caseta de “Campo Hermoso”. Ya por fin por un camino como Dios manda llegamos hasta Tolbaños de Arriba pero con una novedad frente a otros años, ahora sí encontramos el camino correcto para evitar carreteras y de paso ahorrar 3,3 kilómetros.



Día 3 – Descansando en el Camino (6/08/2010)
Al despertar en la mañana, con la experiencia que supone no haber cenado nada la noche anterior, y con claros síntomas de haber caminado campo a través comenzó la segunda parte de servicio de la marcha: trabajar a cambio de comida. El pueblo de Tolbaños se volcó con nosotros y pudimos retomar fuerzas para el camino de vuelta al campamento.
Al comenzar de nuevo la ruta, recordábamos cuando de lobatos este tramo ya nos parecía mucho, pero después de la experiencia acumulada podíamos cantar y correr por el camino que nos llevaba de nuevo al Campamento Kwelanga.




Reto: ¿Quieres revivir la marcha delante del ordenador? o quizás quieras proponer a tus padres hacer esta marcha... Te ofrecemos el archivo para Google Earth que te mostrará el camino que hicimos.