Se juzgaron a varias personas, entre ellas el Gran Chamán que siempre veló por nuestro bien. Y la última acusación fue para la diosa del sol: Ngai. Entre gritos e insultos, la voz de Olapa diosa de la luna rompió la discusión, expresando que fue ella la culpable de todo. Sus motivos: la envidia que sentía hacia Ngai, su hermana. Sus ofrendas eran peores y nadie sabía apreciar lo que la noche nos regalaba. Para disculparse esa noche disfrutamos de su regalo: un cielo estrellado acompañado de las perseidas.


1 comentarios:
me encanto la historia. estaba muy bien preparado. espero ke el año ke viene me lo pase igual de bien.
fdo: irene, una ranger
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