4 ago 2010

Campamento inaugurado

Ya esta inaugurado oficialmente el campamento, en la ceremonia de inauguración todos los habitantes de Kwelanga conocieron la historia de Olapa y Ngai. Y recibieron de los dioses unas mascaras como símbolo de paz.
"Cuenta la leyenda que tiempo atrás el pueblo de los Massais y el pueblo de los Zulus se encontraban en continua guerra, sus disputas por conquistar las tierras del otro y su rivalidad por pertenecer a distintas tribus des llevó a la destrucción de sus campos y sus poblados, la desgracia de apoderó de sus gentes y sus almas se encontraban presas de una fría oscuridad.
Al principio se limitaban a discutir pero llegó un momento en el que las distintas familias de los dos pueblos comenzaron a destruir los campos y cultivos del otro pueblo, la destrucción de los cultivos impedía a los pueblos alimentar a sus familias mediante los frutos de la tierra, y la destrucción de los campos tenía como consecuencia que el ganado no se alimentara y terminara por desaparecer.
Cuando toda forma de alimentación fue destruida comenzaron a destruir los poblados, sus corazones estaban llenos de ira y no lograban encontrar la luz que acabara con tanto mal y destrucción.
Los dos pueblos veneraban a los Dioses, Ngai y Olapa, Dios del sol y de la luna. Juntos mantenían el equilibrio en el mundo impidiendo que el mal se apoderara de lso corazones de los hombres. A tal grado llegó la ola de destrucción, que los propios Dioses, allá en las alturas, tornaron los ojos para descubrir, horrorizados, que los pueblos que antaño apelaban a ellos pidiendo justicia y paz, ahora se destruían mutuamente, sin misericordia, también en su nombre.
Los Dioses magnánimos, descendieron al mundo mortal y se materializaron ante las tribus, advirtiéndoles del fatal destino que se avendría si no cesaban en su inútil empeño de exterminio mutuo.
Exhortados por los Dioses, ambas tribus recapacitaron y acabaron firmando la Paz. Los Dioses contentos con la actitud de sus pueblos, sellaron la paz indefinidamente regalando a cada pueblo un presente, una máscara de madera finamente tallada, que simbolizaban la tregua firmada y duradera. Junto con las máscaras, los dioses entregaron también una balanza mágica, que simbolizaría el equilibrio entre el bien y el mal. Si cada pueblo se esforzaba en mantener la paz y ambos pueblos coexistían sin conflictos, la balanza se mantendría equilibrada. Si por el contrario, la ira y el odio les embargaban de nuevo y les guiaban a una nueva guerra, la balanza se desequilibraría, con nefastas consecuencias para todos.
Es por eso que hoy, muchas generaciones después, las dos tribus nos reunimos de nuevo para renovar la paz que tiempo atrás nuestros antepasados firmaron y comenzar la relación de amistad mutuamente beneficiosa.
Para sellar dicha amistad, cada tribu deberá presentar la máscara, el presente que los Dioses nos otorgaron y que largo tiempo hemos custodiado."

1 comentarios:

Adela dijo...

Un apunte para vuestras historias de África:
¿Sabíais que Baden Powell descubrió la flor del lis en una marcha por África? Fué entonces cuando entendió porque los nobles la usaban en sus escudos y decidió adoptarla él también: la flor del lis crece en medio de fétidos pantanos y aún así crece blanca y conserva su pureza.
Buena caza también para hoy ¡¡que tengais otro gran día!!